By Tsu
Esta receta la he hecho muchas veces, pero por alguna razón no la había subido. ¡Mis disculpas por el egoísmo!
Hace unas semanas vi una chica haciendo la focaccia con tomatitos cherry y pensé que no lo había probado así, así que me dispuse a comprar unos tomates cherry para probar qué tal.
La verdad es que me gustan mucho los tomates cherry. Son tan sabrosos que a veces es bueno probar un poco. Son costosos, sí, pero también para darse un gustito de vez en cuando, se justifica. En todo caso, si no tienes tomates cherry, no te preocupes, puedes hacerlo con las especias que quieras: cebolla caramelizada, aceitunas, especias varias, tomates deshidratados o frescos asados. Yo lo he hecho con varias cosas y todas funcionan perfecto. Así que no te limites si no tienes o no te gustan los tomates cherry.
Esta receta queda esponjocita, muy sabrosa. Es NECESARIO hacerla.
Ingredientes:
- 500 g de harina sin gluten (Puede ser la mezcla de tu preferencia, yo uso generalmente la pre-mezcla de Schär B mix).
- 30 mL de aceite.
- 1 cda de levadura seca o 15 g de levadura fresca.
- 1 cdita de sal.
- 1 cdita de azúcar.
- 500 g de tomate cherry.
- 500 mL de agua tibia. (La mezcla de Schär utiliza más agua que otras mezclas. Parte agregando 350-400 mL y evalúa si es necesario más).
- Especias a gusto (Ajo, romero, albahaca, ajo, lo que gustes).
Pon a levar la levadura con agua tibia (toca el agua con tu dedo y si aguantas 5 segundos sin problemas, es la temperatura adecuada. Debe estar tibia calientita, no muy fría, si no la levadura no se activa) y la cucharadita de azúcar.
En un bowl grande, pon la harina y haz un agujero, agrega la sal por los bordes (no en el agujero); una vez la levadura tenga burbujas o espuma, agregar junto con el aceite en el agujero y anda agregando el agua con los primeros 300 mL. Acá yo uso entre 400 y 500 mL de agua porque la mezcla de Schär necesita hidratación, pero con otras mezclas puede ser que uses menos, así que anda agregando agua y viendo que tal la textura. La masa debe quedar homogénea pero se pega en las manos bastante. La idea es que quede un poco más suave que una masa de pizza, y que cuando la muevas en el bowl “tiemble” al ritmo.
Deja reposar por 1 hora en un lugar cálido mientras cocinas los tomatitos cherry.
En un sartén vierte aceite de oliva (generosamente) y echa tus tomatitos cherry lavados y secos a sofreír a fuego medio. Anda removiendo para que se doren por todas partes. Cuando notes que se van ablandando, agrega especias si lo deseas. Yo agregué sal y un poco de albahaca deshidratada y mantuve a fuego medio por unos minutos más hasta que se notaran cocidos (con la cáscara dorada en algunas zonas).
Cuando la masa ya haya reposado 1 hora, debiese haber levado por lo menos al doble de su tamaño. En este momento, saca la masa del bowl cuidadosamente volteándolo sobre una fuente de horno previamente enaceitada. Reparte la masa con tus dedos para emperejar y agrega aceite de oliva a gusto. Con tus dedos haz agujeros en la masa y deja levar por unos 15-30 min más.
Precalienta el horno a 180°C.
Una vez pasado ese tiempo, vuelve a hacer agujeros con tus dedos en la masa y agrega los tomates cocinados sobre la masa.
Agrega las especias que gustes y hornea por 25-35 min dependiendo de qué tan dorada te guste la costra.
Sirve con lo que más guste y cuidado con comerla recién salida del horno, que los tomatitos cherry son un poco asesinos y ¡queman!