Hay muchas recetas que traen 2 ingredientes que, primero: No sabemos bien lo que son en español, y segundo, es complicado, o no “existe” en versión sin gluten en el mercado, por lo que hay que comenzar a buscar opciones.
Hacer ricota es muy simple. con 1 litro de leche sale app 100 g de ricota (estimación muy gruesa). Pero es necesario que sea leche entera, y ¡puede ser sin lactosa!
Necesitas sólo:
1 litro de leche entera (con o sin lactosa).
Jugo de 1 limón.
Colador y una tela (puede ser gasa, o un paño de cocina limpio y de textura lisa (sin pelusas o fibras tipo toalla).
Opcional: 1/4 cucharadita de sal, sólo si vas a desechar el suero que es el buttermilk, o si lo utilizarás en mezcla salada.
En una olla, agregar la leche a fuego medio-bajo hasta que esté a punto de hervir, revolviendo ocasionalmente. En este punto agrega el jugo del limón, y revuelve unos minutos más para luego retirar del fuego. Verás que la leche comienza a “cortarse”.
Cuela con la tela en el colador (y una fuente o bowl debajo), toda la leche. Estruja bien el quesillo (la ricota) con el mismo paño para retirar toda la humedad posible. Y ¡voilá! ¡Ahí está nuestra ricota!
Ahora, el suero que queda, es también conocido como buttermilk. Aunque originalmente, el buttermilk es el suero de la mantequilla, que es más rico en grasas, el buttermilk de leche (puedes también hacer una mezcla de 800 ml leche entera y 200 ml crema entera), también funciona bastante bien, porque crea una esponjosidad especial en nuestras recetas. Para nosotros quienes comemos sin gluten, siempre se agradece cualquier datito extra para mejorar la textura de nuestras preparaciones. Hay desde queques, hasta pan con buttermilk, y pues, con la ricota puedes hacer dips exquisistos. Ahora, ve a Pinterest y busca recetas con buttermilk, e ¡inténtalas sin miedo!